IDENTIDADES MÚLTIPLES

MariaValcarcel

19 abril, 2021
La multiplicidad de identidades en el mundo digital.

Si asumimos una modernidad líquida en la que los términos de fragilidad, volatilidad, incertidumbre, son el ADN de la sociedad, cabe preguntarse cómo respondemos a esos condicionamientos.


¿Quiénes somos cuando somos sujetos virtuales?

¿Somos nosotros? ¿Podemos, realmente, definir un yo individualizado, con unos patrones de comportamiento distinguibles y, por tanto, analizables?

La construcción de la identidad de la juventud se lleva a cabo en una direccionalidad que apunta al exterior, es decir, en función de las interacciones virtuales que determinan patrones de conducta. Esto supone que, con el cambio de red comunicacional, existe un cambio de perfil identitario que se adecúa al nuevo patrón demandado por esa red.

Los jóvenes ya no formulan su identidad en base a las referencias culturales de su entorno, sino que una “identidad” concreta se le impone desde fuera como si se tratase de una cláusula previa a la posterior interacción.

Dos sociólogos, Manuel Castells y Zygmut Bauman, se han adentrado en el problema de la identidad en este nuevo paradigma comunicativo en constante evolución.

Por una parte, Manuel Castells, afirma que, en la sociedad red “la planificación reflexiva de la vida se vuelve imposible, excepto para la élite que habita el espacio atemporal de los flujos de las redes globales y sus localidades subordinadas. Y la construcción de la intimidad basada en la confianza
requiere una redefinición de la identidad completamente autónoma frente a la lógica interconectora de las instituciones y organizaciones dominantes.”

Nuestros referentes se han desintegrado en multitud de nodos difusos, que ahora están, pero mañana puede que ya hayan desaparecido para dejar paso a otros nuevos.

La tarea de construcción del yo se ha vuelto difícil.

Por otra parte, Bauman asegura que “Cuando una cantidad cada vez más grande de información se distribuye a una velocidad cada vez más alta, la creación de secuencias narrativas, ordenadas y progresivas, se hace paulatinamente más dificultosa. La fragmentación amenaza con devenir hegemónica. Y esto tiene consecuencias en el modo en que nos relacionamos con el conocimiento, con el trabajo y con el estilo de vida en un sentido amplio.”

O sea, nos despersonalizamos. ¿Queremos, por tanto, ser lo que somos o nos adaptamos a lo que nos demandan para que, así, nos miren?


CASTELLS, MANUEL (1999) La era de la información. Economía, Sociedad y Cultura. Vol.2 El poder de la identidad. Siglo XXI Editores.

BAUMAN Zygmunt (2013) “Modernidad Líquida”, Editorial Fondo de Cultura Económica.

Etiquetas: identidad

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